SERNA, Enrique.
Con una narración cercana, amena y cierto sabor a memoria, Serna explora en la sutileza del cambio, a través de incursionar en la intimidad de sus personajes principales: Paula, una ama de casa divorciada a sus 42 y madre de Germán, un joven con sueños de escritor recién ingresado a la universidad y al trabajo, en donde conoce a Mauro, un dramaturgo tabasqueño con hambre por dar curso a sus sueños.
Las expresiones que nos sitúan en el tiempo, como la chacota, perico perro, a mover el bote, o el popular sí Chucha; esos setentas en los que los aires de cambio político y social irrumpieron en el país y en el mundo, cuestionando la llamada realidad. La causa feminista, los homosexuales, y los estudiantes reivindicando sus derechos políticos y sociales. Un tiempo en el que se fracturaron las verdades que rigieron durante años, la normalidad que había privado en el país, y la de nuestros personajes con ella.
Educar a sus hijos llena los días de Paula. El marido se enredó con otra, y a ella no le quedó más que pedir el divorcio y hacer de tripas corazón, como le dicen las amigas cada sábado en las reuniones que organiza, porque le encanta bailar.
Germán es un guapo y curioso joven que se interesa por la cultura. El gusto por la lectura es un legado de su madre, su esquina de complicidad. El cuento que metió a concurso en el periódico, aquel que escribió en la clase de literatura para no dormirse, se lo acaban de publicar. Aún no sabe bien qué quiere, aunque supone debería curarse del masoquismo en el que ha crecido. Le seduce la rebeldía, las peñas, el morral y la camisa de manta. Y en cuanto a mujeres, todavía no se repone del abandono de su exnovia.
Mauro es la irreverencia, el humor y la ironía; la comedia en vez del drama. Un personaje que pese a su don de gente, no se salva de la burocracia cultural, más preocupada en agradar al poder que de lo que pueda ofrecer a los públicos diversos, lo que le aflige, pero no lo rompe. Él quiere teatros principales con actores y actrices de primera línea; comerse el mundo, para arrancarle sueños y convertirlos más tarde en noches de estreno.
Una narración que transparenta la cultura que permeó al país por décadas, narrada por una pluma fresca y con un humor extraordinario.
Georgina GM.