El mundo de ayer
Un testimonio profundamente conmovedor. Un regalo del autor para dimensionar el mundo que hoy vivimos. Una mirada repleta de historia, lucidez y melancolía de la patria, y de ese mundo en el que se siente en casa: Francia, Bélgica, Suiza, Alemania… Europa.
Piensa en alemán, siente y escribe en esa lengua; la misma en la que habla el delirio que ha trastocado el mundo que tanto valoraba, la que se ha anexado Austria, la que prohibe sus libros, la que atropella derechos sin pudor. Y aunque Zweig se repita a Shakespeare “Acojamos el tiempo tal como él nos quiere”, y siga trabajando y emprendiendo viajes, los desvaríos son desoladores.